En el contradictorio reino de la mecánica cuántica, la luz puede suponer dos conceptos opuestos, y de algún modo (nadie sabe cómo) un observador oculto puede alterar la naturaleza de la realidad. Conoceremos al hombre que tropezó con este bache de la realidad y la revolución tecnológica aún en proceso que hizo posible dicho tropiezo.