Una joven violinista embarazada (Krystyna Janda) exige al viejo celador (Aleksander Bardini), médico de su marido enfermo (Olgierd Łukaszewicz), que tome una decisión sobre su hijo no nacido. Dorota está embarazada de otro hombre. Decide que interrumpirá el embarazo si su marido sobrevive; si éste muere, dará a luz al niño y se casará con su padre. El médico, tras algunas vacilaciones morales, intenta evitar la extracción del feto.